Juan Alberto Rodriguez confirmó que nunca supo de la relación que mantenía su hija con Vargas pero el día de la desaparición de Noelia, varios conocidos incluida una de sus hijas, le aseguraron que la joven tenía una tormentosa relación con el “Gringo”.
“A mí me comunicó la policía que vuelva al pueblo porque mi hija estaba desaparecida. Yo estaba en el campo. Cuando llegue a casa sabía que algo estaba mal” dijo ante el tribunal el padre de Noelia.
Dijo que la noche de su desaparición, en el local donde se desarrollaba un baile popular, observó a Vargas junto a otros hombres, entre ellos a un tal López que meses después vociferó con varias copas encima delante de algunos vecinos que a Noelia “le intentaron desaparecer quemándola en un predio y como no se prendía fuego la fueron a tirar a otro lado, donde había agua y luego la taparon con piedras”.
Llamativamente este sujeto apuntado, nunca más se lo volvió a ver por Guachipas. A los pocos días se mandó a mudar a Buenos Aires. Otro dato aportado por el padre es que la familia apenas notó la ausencia de varias horas de Noelia, desde ese domingo 4 de Mayo, una de sus hijas, Cintia Socorro Rodríguez, fue a poner la denuncia en la policía del pueblo. Sin conocer a Vargas y sus secuaces, la mujer fue enfrentada dos días después en las afueras de la casa familiar, a donde concurrieron Vargas, su mujer y Keko y su pareja, para reclamar porque los involucraban en la desaparición de Noelia.
Valle de Lerma Hoy