Muchos de los vecinos que construyeron su hogar con esfuerzo y eligieron un lugar en Alto Valle, no imaginaron que la minería lo cambiaría todo. Hoy su calle es la ruta elegida para la entrada y salida de los camiones mineros de la Ruta Nacional 51 y poco a poco sus casas y su calidad de vida se deteriora. “Las mineras se llevan el oro blanco y nosotros comemos tierra” cuentan los vecinos.
Sus veredas están constantemente ocupadas por gigantescos camiones y sus vidrios se rompen debido a las vibraciones. Sus casas están siempre llenas de tierra y constantemente se quedan sin luz, sin cable o sin internet por el paso de los camiones. Esta es la cruda realidad para quienes residen en la calle Edmundo Ibáñez.
A cualquier hora del día, los camiones mineros pasan frente a sus casas, causando estragos. El último incidente ocurrió este lunes, cuando un camión de gran porte cortó los cables de toda la cuadra.La situación es insostenible. Se estima que, en promedio, 200 camiones de gran porte circulan diariamente por esta vía. Los vecinos están al límite y amenazan con cortar la calle o incluso la RN 51, si la situación persiste .
Valle de Lerma Hoy
