Hace veinte años, Teresa abrió su propio café móvil “La Esperanza” en La Merced, sobre Ruta 68, para asegurar que sus hijas tuvieran la oportunidad de estudiar. Y aún hoy con una dedicación incansable, comienza su día a las 3 de la mañana, preparando cuidadosamente cada detalle. Desde el café hasta la leche, el té y los sándwiches; con los años llegó a tener más de una veintena de sucursales.
Para Teresa, este café no es solo un medio de vida, sino una muestra de su determinación. Después de quedarse sola con sus hijas, decidió que la educación de las chicas era su máxima prioridad y pasó de ser costurera a dueña de un pequeño negocio. “Empecé vendiendo café en vasitos, solo tres cafés al día vendía, con termos prestados. Pero así es como se comienzan. Ahora, mis hijas, dos de ellas tienen su vida hecha y las otras dos están por graduarse”cuenta.
“A las 3 de la mañana comienzo a preparar todo, y así empieza la mañana. A las 5:30, el carro está listo. Si alguien viene a las 6, ya estamos aquí, listos para servir” contó Teresa a Norte Visión Noticias.
Valle de Lerma Hoy