En apenas cinco meses hubo casi la misma cantidad de homicidios que en todo el 2016. Desde enero hasta mayo, hubo un total de 23 asesinatos mientras que el año pasado fueron 24, según confirmó el propio Ministerio Público Fiscal. Las cifras corresponden al Distrito Judicial Centro, que abarca la zona de Salta Capital y las localidades del Valle de Lerma y los Valles Calchaquíes.
“El incremento de homicidios ingresó en una zona de alarma”, dijo preocupado el Procurador General de la provincia, Pablo López Viñals, quien además calificó esta situación como “preocupante e inusual”. A esto, agregó que no hay buenas perspectivas y adelantó que “la proyección para el resto del año se torna alarmante”.
Sin embargo, la única reacción que tomó fue pedir incremento de personal policial para la División Homicidios pero no despertar de la larga modorra en la que están sumidos los fiscales, ya que no se trata de más policías sino de la optimización de los recursos disponibles, según publica la FM 89.9.
No es necesario recordar que la relación entre fiscales y policías es pésima, y que los primeros se dedican a perseguir consuetudinariamente a los segundos, sino que sólo merece hacer hincapié en que los fiscales no reaccionan ante las pruebas evidentes que presentan los uniformados en cada operativo. La ecuación es sencilla: si un policía intervine en un delito, levanta pruebas, lleva un detenido a Ciudad Judicial y éste quede libre al instante, el uniformado se hartará.
La alarma debe sonar en las oficinas del Ministerio Público y despertar, de una buena vez por todas, a los infructuosos fiscales.
Valle de Lerma Hoy
