El Gerente General del hospital Joaquín Corbalán, César Vázquez, se refirió al delicado caso de Thiago, el niño que fuera apuñalado y cuya madre solicita ayuda por medicamentos. Apuntó que la vulnerabilidad social de la familia hizo que derivara en un caso de “Hospitalismo”.
“El niño fue apuñalado en el vientre por un vecino con características psicóticas hace un año, se lo llevó al hospital de niños y con el tiempo sufrió una complicación que se llama vólvulo, se lo volvió a operar y el niño quedó con una yeyunostomía; esto es con una porción del intestino hacia afuera. Tiene un intestino más corto de lo normal, por lo que tiene una menor superficie para absorber los alimentos. Está internado en el hospital de niños y eventualmente aquí nada más que para procurarle una buena nutrición y que logre un buen peso”, informó.
El proceso de recuperación es largo y tortuoso para la familia por su condición económica: “Se está logrando el objetivo pero implicó un largo tiempo en las instituciones porque hay otro problema que es la situación social del niño. No tiene en su hogar una situación cómoda y eso lo está viendo el municipio; entiendo que se hicieron cosas para mejorar su vivienda y el papá del niño también. La familia se siente muy arraigada en el hospital; el término es ‘hospitalismo’, cuando se empiezan a tener ciertas conductas por parte de los internos después de un largo tiempo de estar en el servicio, aquí se sienten contenidos. Todo sea por el bienestar del niño y que se haga lo que hay que hacer”, destacó Vázquez.
Por el momento, Thiago se encuentra en espera de una fecha para su próxima cirugía, según pediatría, su salud está en condiciones para la intervención.
Valle de Lerma Hoy
