El oratorio de Las Cuevas Pintadas en Las Juntas, se destaca entre otros sitios de cambio de energía en Guachipas. En medio de los verdes cerros del lugar la mayoría de las personas consideradas adultos mayores superan los 90 años, y otros superan el siglo de vida. Llama la atención su estilo de vida. A pesar de su edad siguen trabajando en medio del campo. Tal secreto de longevidad es considerado algo normal por estas latitudes. Nadie se extraña en este apacible pueblo del interior de Salta que Don Ángel Lamas en estos días haya cumplido 101 años. O que Beatriz Barrionuevo con sus 95 años siga participando de los talleres del Club de los Abuelos.
Hacia el paraje Los Sauces, a unos 20 kilómetros del pueblo, bien en medio de los cerros, doña Androsia Olarte con 94 años sigue arriando cabras y vacas a diario. Hay otros abuelos de cien años en la zona de Las Juntas que transcurren el día haciendo tareas en sus puestos serranos, rodeados de una tranquilidad infinita, y donde es muy difícil llegar en ocasiones. Es Guachipas, distante a 97 kilómetros de la capital salteña sigue siendo muy tradicionalista y apegado a sus creencias. Está perdido en las serranías del sureste del Valle de Lerma. Desde allí aquellos chamanes y brujos de los originarios dominaban el horizonte de la región. Los Guachipas, como se los denominaban, esparcían sus conocimientos del cosmos y de la vida en las famosas pinturas de Las Juntas. Allí es por donde crecieron y pasaron muchos habitantes de esta comunidad.
La espiritualidad en esta zona es muy cuidada. Hace poco entre tantos abuelos de cien años, dejó de existir doña Elvira Valconte a la edad de 103 años. Oriunda del paraje Carahuasi, contaba que los aires de la zona de “Lajar” la hacían sentir bien y con fuerzas. Esa mística espiritualidad también la comparte don Ángel Lamas, que este viernes 31 de mayo recordó su nacimiento allá por el año 1918 en el paraje de Vaquería.
“Don Lamas cumplió 101 años. Él vivió en esos parajes recónditos cargados de energía. La gente sigue por muchos años porque vive en comunidad con el entorno espiritual de la naturaleza. Vaya a ver en donde viven. En casas de adobe que están a punto de caerse, están muchas de ellas ladeadas, pero no se caen porque tienen vida. Hay muchos vecinos, que no son viejos, son espiritualmente ancianos. Eso se siente. Por eso nuestros antepasados pintaron en diferentes zonas de Guachipas escenas de ceremonias espirituales cargadas de vitalidad” cuenta el conocido Raúl “Pájaro” Aguirre que hace las veces de guía y referente de turismo del municipio.
La teoría de “Pajarito” es que esa energía provoca la longevidad en sus vecinos. Esta versión es ratificada por numerosos turistas que llegan a Guachipas, persuadidos de otros visitantes, a conocer esos lugares míticos cargados de energía.
Valle de Lerma Hoy