La crisis golpea a los sectores vulnerables pero también a los pequeños emprendedores y comercios locales. No hay dinero, no se compra mucho y los costos de producción suben. Aquellos que continúan en la lucha, tratan de equilibrar la balanza costos- calidad- precio, pero la mano viene muy dura.
“Tratamos de sobrevivir el día a día; sube todo, el pan, el combustible… y nosotros no podemos hacer la misma suba porque más allá de la calidad la gente busca precio, elije por el bolsillo y hoy no alcanza”, comentó una comerciante a Valle de Lerma Hoy.
“Tenemos que ir reciclando, trabajar con lo justo. Antes comprábamos mucha tela, teníamos 3 rollos del mismo color, pero hoy pedimos lo justo y necesario para la confección de delantales, por ejemplo. Gracias a dios tenemos máquinas industriales que renovamos hace un tiempo, había más posibilidades, porque si tuviéramos que hacerlo ahora no podríamos. Está todo más restringido.”
De todas maneras, los comercios tratan de mantener la calidad de sus productos: “En nuestro caso conservamos la tela de los uniformes, pero años anteriores confeccionábamos más trajes por la demanda, ahora no, usamos lo que tenemos. No se puede con el pago de alquiler e impuestos, y hay días que no viene nadie. Llevamos 7 años en El Carril y 4 años en Chicoana, ahora se siente un poco más la crisis, y está bastante duro”, concluyó la emprendedora.
Valle de Lerma Hoy
