Con la destitución del Intendente Enrique Martínez, por parte del Concejo Deliberante de Rosario de Lerma, lo único que quedó claro es que la ciudad por fin vio explotar la gran crisis institucional que viene arrastrando hace varios años.
Con la comunicación totalmente rota entre el municipio y el Concejo lo único que le queda a los rosarinos es esperar la resolución de la justicia y la próxima renovación del Concejo.
De esta lucha de poder solo se puede rescatar que el Concejo que votó la destitución del Jefe comunal, perdió la oportunidad de hacer valer lo votado cuando decidieron esperar la resolución de la justicia provincial. Mientras Martínez puede seguir en su cargo y todo el proceso de destitución quedó solo en otro escándalo del Concejo, por lo menos hasta que la justicia se expida.
Tal como expresó el Senador Ramos y el diputado Jarsún la situación no habilita la intervención del municipio. Enrique Martínez puede seguir en uso de sus funciones y los escándalos que arrastra el Concejo Deliberante de Rosario de Lerma lo han desacreditado en demasía. El cambio de aires para los rosarinos llegará con el recambio de concejales que tendrán la pesada tarea de recomponer la institucionalidad del Concejo Rosarino y su credibilidad.
Valle de Lerma Hoy