El pasado fin de semana, cuatro autos y una motocicleta resultaron dañados por los baches y el mal estado general en el que se conserva la ruta provincial 23 sobre la jurisdicción de Rosario de Lerma. La historia es de nunca acabar de este camino que une el trayecto de Rosario de Lerma y Cerrillos.
La falta de iluminación, sin mantenimiento alguno, las constantes correntada de agua en temporada de lluvia, los baches mal tapados con tierra o arena y desbordados de agua, son la imagen que tiene quienes transitan la ruta.
“Están esperando que ocurra algún accidente, para lamentarse después, y no sirve, hay que hacerlo ahora para prevenir los accidentes” remarcó Ariel Lera, uno de los damnificados, quien rompió llanta y cubierta este fin de semana en uno de los baches de la 23.
La promesas es de una gran obra de repavimentación, iluminación total con leds, el término de la ciclovía hasta Santa Teresita de Cerrillos y el entubado en el paso de San Martín y La Dársena. Un presupuesto oficial de $585 millones de pesos y un plazo de ejecución de 18 meses que se llevaría adelante por la empresa Vialmani, es lo que se comunicó con bombos y platillos el año pasado.
Pero hasta el momento todo quedó en veremos, la obra está retrasada, la inflación seguramente está comiéndose gran parte del presupuesto destinado y los vecinos tienen que seguir jugando al Daytona versión baches.
Valle de Lerma Hoy