“Se dedicaron a profanar los nichos de los angelitos este fin de semana. Realmente una actitud deplorable de personas que como nosotros, también conocerán el dolor de perder un ser querido. Por que nadie es inmortal” así graficó una vecina de El Carril la profanación de tumbas en el cementerio local, ubicado a unos 3 kilómetros al sur de esta localidad.
El reclamo no es nuevo. El camposanto está descuidado y sin vigilancia. Los mal entretenidos hacen de las suyas a diestra y siniestra. Pareciera que el mismo demonio los domina. Algunos vecinos aseguran que los robos son recurrentes. Hasta llegaron a violentar candados para llevarse juguetes depositados en la tumba de un pequeño fallecido. Otros nichos corrieron con la misma mala suerte.
Adriana Chilo abuela del bebé, cuya tumba fue robada, expresó públicamente “deben hacer algo, el descuido es total en esa zona. No respetan nada. Es lamentable lo que sucede en el cementerio”. También hubo robos de herramientas de los trabajadores municipales encargados del mantenimiento del cementerio. En El Carril todos saben que algunos inadaptados se juntan a beber y drogarse sobre las tumbas. Nunca hay control.
Valle de Lerma Hoy