Fatiga participó de las actividades de la festividad en honor al Señor y la Virgen del Milagro. Llegó a la Catedral junto a centenares de peregrinos de la localidad de La Merced. La presencia de este perrito callejero, en la expresión de fe más convocante de los salteños, data de 2008.
De forma inexplicable se siente atraído por las celebraciones religiosas. En esta oportunidad se lo vio agotado por el peso de la edad, ya que ronda los 13 años según la gente del pueblo. Sin embargo, tras un esfuerzo enorme llegó a la capital, a las mismísimas puertas del templo mayor y luego hasta el monumento 20 de Febrero hasta terminada la renovación del Pacto de Fidelidad, para luego regresar al Valle de Lerma.
En su pueblo natal, La Merced, Fatiga es el primero en llegar a misa los domingos cuando el cura párroco hace repicar las campanas de la iglesia Nuestra Señora de La Merced. Los vecinos contaron que lo que más sorprende es que nadie lo llama.
Al finalizar el oficio religioso, el animalito desaparece y retorna a deambular por el pueblo, donde se ganó el cariño de la vecindad. Fatiga terminó otra peregrinación. Y de vuelta a sus pueblo.
Valle de Lerma Hoy/El Tribuno de Salta
