María Reussi fue designada asesora del Presidente de la Nación con rango y jerarquía de subsecretaria, un cargo cuyo salario es de unos 90 mil pesos en bruto. De manera informal, desde el Gobierno denominan su puesto como “asesora del Presidente en cuestiones de la Primera Dama”. El cargo se lo crearon especialmente para ella.
Llegó al Pro hace 14 años de la mano de Marcos Peña, es licenciada en Ciencias Políticas y, desde el 10 de diciembre, tiene una misión: convertir a Juliana Awada en la réplica nacional de Michelle Obama. El trabajo de María Reussi consiste en lograr que la primera dama deje de ser un ícono de la moda para ingresar en el mundo político.
Reussi es la sombra de Juliana y su rol va mucho más allá que el de una simple secretaria que lleva la agenda. Es la encargada de aconsejarle qué decir, dónde ir y cómo comportarse en el terreno político, un espacio en el que jamás había intentado ingresar la empresaria textil. “El objetivo es que sea una primera dama moderna, al estilo de Michelle Obama”, dicen desde su entorno.
Con este modelo a seguir, Reussi tiene por delante una tarea difícil. Juliana nunca militó, evita tomar posiciones ideológicas firmes y su formación profesional se centró en el diseño de indumentaria. Bastante lejos parece estar de su par estadounidense, una abogada y socióloga cuyo compromiso social y político fue siempre muy claro, incluso antes de casarse con Barack Obama.
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