En una situación que parece salida de lo irreal, el Banco Macro ha generado indignación entre los vecinos de El Carril y Chicoana, particularmente en la sucursal de El Carril, donde los cajeros automáticos se han quedado sin dinero rápidamente debido a una gestión deficiente del abastecimiento de billetes.
Cada cajero automático dispone de cuatro cartuchos, con capacidad para albergar hasta 2 mil billetes por cartucho. Sin embargo, en lugar de optimizar la carga con billetes de mayor denominación, como los de $10 mil (que permitirían un total de $80 millones por cajero), se optó por cargar exclusivamente billetes de $1000, limitando el monto máximo disponible a tan solo $8 millones por cajero.
Este proceder dejó a cientos de vecinos sin acceso al efectivo que necesitaban, especialmente a jubilados y personas que dependen de los cajeros para sus transacciones diarias. Con un límite de extracción de hasta $100 mil por persona, es evidente que los billetes se agotaron rápidamente, dejando a muchos sin solución inmediata.
Esto es un problema serio en localidades donde el uso del débito no está tan extendido como en grandes ciudades. Aunque las autoridades locales gestionaron la instalación de más cajeros para atender la creciente demanda, el esfuerzo queda opacado por la ineficiencia en el manejo de los billetes disponibles.
El Banco Macro asegura que en las próximas horas se reabastecerán los cajeros, pero no garantiza si se utilizarán billetes de $10 mil o si se continuará con la misma política de cargar billetes de menor denominación, perpetuando un problema que afecta directamente a los usuarios.
Valle de Lerma Hoy