En el segundo día de audiencia por el Caso de Noelia Rodríguez quedó demostrado que la cadena de encubrimientos va más allá de las acusaciones que pesan sobre los implicados Aldo Vargas, Carina Cardozo y Sergio Villagrán. Que los llamados y mensajes entre la víctima y los acusados durante esos días de cometerse el crimen arrojan respuestas insospechadas para la causa.
Ayer declaró Viviana Avendaño, concubina de “Keko” Villagrán. Titubeó desde un principio en su declaración. Al parecer los dos años que transcurrieron del hecho le hizo olvidar algunos datos que luego recordó al detalle cuando el presidente del tribunal de juicio, Pablo Farah, le recordó a la mujer que estaba bajo juramento de decir la verdad.
“Ese martes (después de la desaparición de Noelia) nos dijeron que los acompañáramos a la casa de los familiares de Noelia, y en el camino Vargas me pidió que borre los mensajes y el teléfono de él que yo tenía agendado en mí celular”. Avendaño dejó en claro que hizo lo solicitado por Vargas, pero no le pidió explicaciones por tal pedido.
A continuación de la mujer declaro Marcelo Reynaga, un vecino y conocido de Aldo Vargas, que casi a cuentagotas dio a conocer que a su madre Vargas le habría contado algo muy importe un día después de la desaparición de Noelia.
“Creo que no me acuerdo” apenas respondió al fiscal Penal Pablo Paz. En ese momento una nueva intervención del juez Farah para hacerle recordar que esta bajo juramento de decir la verdad.
“Ahora que me acuerdo, Vargas se puso a llorar el lunes (5 de mayo) al mediodía mientras tomaba chicha en la casa de mi mamá y le conto ‘me acusan de algo que no hice’”. Reynaga sorprendió a todos cuando señaló que una semana después Vargas llegó por su domicilio para ofrecerle una bicicleta porque tenía que juntar dinero para pagar a un abogado.
También declaró una vecina que asegura haber visto con vida a la víctima esa misma noche a cuadras de la casa del acusado “Gringo” Vargas. Detalló como estaba vestida la joven y en qué dirección caminaba. La hora que fue observada Noelia por la calle Arenales del pueblo de Guachipas, coincide con la misma hora y la misma zona por donde habían visto caminar raudamente a Vargas y Cardozo el domingo en la noche antes que no se supiera más de la joven Noelia Rodriguez.
Valle de Lerma Hoy