El beato se encuentra fuertemente vinculado con la fe rosarina. El párroco Alejandro Pezet, fue testigo de un milagro eucarístico que luego el beato recopiló. Y se investiga la recuperación de Raúl Tamer como uno de sus posibles milagros. La reliquia permanecerán para su adoración en la parroquia Santa Rita toda la noche.
La llegada de las reliquias Acutis a Rosario de Lerma no se realizó al azar. En 1999 el sacerdote de la parroquia Santa Rita, Alejandro Pezet, fue testigo de uno de los milagros eucarísticos que luego fue recopilado por Carlos Acutis; quien se dedicó a investigar milagros eucarísticos ocurridos en todo el mundo para exponer en su página web.
El 15 de agosto de 1996, durante la misa de Asunción de la Virgen, una hostia consagrada cae al suelo y es guardada en un recipiente con agua. Unos días después, el 26 de agosto, la hostia se transformó en sangre, el padre Alejandro Pezet que se desempeñaba como párroco en la parroquia de Santa María de Buenos Aires informó de inmediato al Arzobispado de Buenos Aires (el Papa Francisco era el arzobispo en esa época).
Este milagro fue analizado por el beato en su exposición Internacional de Milagros Eucarísticos y fue parte de las investigaciones que hizo en su breve vida. El año pasado Raúl Tamer, vecino Rosarino, luego de superar de forma milagrosa el Covid, postuló su recuperación, como un milagro de Carlos Acutis; que hoy es analizada por el Vaticano como otro de los hechos postulados para su canonización.
Carlos Acutis ha calado hondo en la fé rosarina. Raúl Tamer en compañía de su familia participó durante toda la jornada de las actividades y adoración de la reliquia de primer grado; que está compuesta por un fragmento de piel del beato, que recibió la bendición del papa Francisco.
Valle de Lerma Hoy
