El padre Víctor Yurquina, sacerdote de Rosario de Lerma, destacó la importancia del Valle de Lerma como un verdadero reservorio de fe en medio de los desafíos que enfrenta el mundo actual. Aunque la religiosidad perdió intensidad en fechas tradicionales como la Cuaresma y la Pascua, el Valle de Lerma conserva un “microclima especial” donde la espiritualidad sigue siendo profunda y participativa.
“Aquí la gente mantiene viva su conexión con lo divino, a pesar de las distracciones modernas. El Miércoles de Ceniza, las iglesias se llenan de fieles buscando el signo, y el Domingo de Ramos explotan de participación con el ramito bendito como símbolo de fe en sus hogares”, expresó el sacerdote.
Adaptarse a la realidad contemporánea es clave. Según el padre Yurquina, los sacrificios pueden tomar nuevas formas, como reducir el uso de redes sociales o el consumo de alcohol, en lugar de las prácticas tradicionales como no comer carne.
“El Valle de Lerma tiene un reservorio único de fe que debemos cuidar y promover. La Iglesia, en este contexto, está llamada no a prohibir, sino a ser positiva, a recuperar las cosas hermosas y a acompañar a las personas en su camino espiritual”, afirma el sacerdote, resaltando el rol de la tecnología como una herramienta que abre nuevas puertas para la conexión y el aprendizaje espiritual.
Valle de Lerma Hoy