A pesar de la reciente renovación de los juegos en la plaza sensorial de Coronel Moldes, el vandalismo sigue siendo un problema persistente. Rosaura Navarro, de Acción Social, expresó su frustración: “La gente que quiere hacer daño, le pongas lo que le pongas, lo va a romper de todas maneras”.
Los chicos del Centro Incluir trabajan con entusiasmo, creando y aportando a este espacio tan necesario para la comunidad, pero ya están cansados de reparar y reponer los juegos rotos. “Ahora tenemos un lugar de encuentro donde nuestros niños pudieran disfrutar y las familias compartir”, explicó Navarro. Sin embargo, los juegos artesanales son destruidos.
Valle de Lerma Hoy