
Uno de los puntos más críticos fue la curva de Sumalao, donde el agua bajó con fuerza desde la cuenca alta y provocó el desborde de la ruta. Los conductores que transitaban por la zona se encontraron con el caudal de agua que cubría la cinta asfáltica y debieron tomar precauciones para evitar accidentes. Algunos municipios quedaron aislados por el corte de la ruta y debieron utilizar la ruta 36 como alternativa.
Ya se encuentra habilitada la circulación por la ruta 68, pero el problema persiste y se agudiza con cada lluvia. La posibilidad de construir una nueva ruta 68, que evite los riesgos de las crecidas y los deslizamientos, parece cada vez más lejana.
Valle de Lerma Hoy
