Es realmente triste lo que le sucedió a Celestino López, un albañil de 80 años. Mientras trabajaba en la construcción de una casa en la ciudad de El Carril, en el loteo Padre Sermasi, unos delincuentes ingresaron y se llevaron todas sus herramientas de albañilería, así como su máquina hormigonera.
Estas herramientas representaban el resultado de toda una vida de trabajo para Celestino, quien reside en Chicoana y depende únicamente de su labor para subsistir. Mientras que al dueño de la vivienda le robaron algunos objetos personales, a Celestino le arrebataron su sustento, todo el esfuerzo que había invertido durante décadas. Con tristeza, Celestino expresó: “Me siento como si me hubieran cortado las manos. Siempre he trabajado honestamente y nunca me he involucrado en actividades turbias, a diferencia de estos individuos que me robaron. Espero que las herramientas les sean útiles a ellos. Para mí, esto representa un gran perjuicio, ya que tengo muchos compromisos que no puedo dejar de cumplir”.
Este incidente indignante refleja la difícil situación en la que se encuentran Celestino y muchos otros trabajadores mayores que, sin contar con una jubilación asegurada, se ven obligados a seguir trabajando para poder subsistir. La pérdida de sus herramientas de trabajo es un golpe devastador para Celestino, quien ahora enfrenta enormes dificultades para cumplir con sus responsabilidades laborales y personales.