A 11 años de la partida del padre “Chifri” su legado sigue intacto

Hoy se cumplen 11 años de la partida de este mundo del muy querido Sigfrido Maximiliano Moroder, que llegó 1999 a Salta para cambiar la historia de la Quebrada del Toro y transformar las vidas de todas las personas que pudieron compartir con él.

En un audio el mismo “Chifri” cuenta que su nombre Sigfrido no le gustaba mucho, hasta que supo lo que significaba “victoria de la paz o paz por la victoria”; y definitivamente con su personalidad y afabilidad le ganó al aislamiento de las comunidades y al olvido en el que habían vivido por años porque conoció y escuchó a cada una de las comunidades de los cerros.

En el mes de octubre del año 2004 sufre un accidente, practicando parapente un deporte que amaba. Una ráfaga de viento lo lanza hacia unas rocas, causándole serias lesiones en la médula, que le impidieron caminar y debiéndose movilizar en silla de ruedas. Sin embargo “Chifri” se sobrepuso y con bastones o en silla de ruedas continuó su obra a más de 3 mil metros de altura.

“Gracias por la belleza que bebí contemplando las montañas. Gracias por haber puesto en mí el anhelo de trepar en las alturas. He hecho cima y goce´. Gocé del azul del cielo y del blanco de la nieve. Del dorado del sol sobre el rostro, y de la sinfonía del silencio del viento”

Sigfrido Maximiliano Moroder

Entre sus obras más conocidas se encuentran: un comedor comunitario para 170 chicos en Rosario de Lerma. Promovió la primera Fiesta y Feria de la Papa Andina en Alfarcito (año 2011) a fin de promover más la economía de los productores de la zona. Después de su accidente, celebró la primera misa en la capilla de “El Rosal” a 3200 metros sobre el nivel del mar. Chifri puso mucho esfuerzo para su construcción. Luego de mucho trabajo y sacrificio la bendijo y la llamó Capilla “Santa Teresita”.

Construyó la Fundación Alfarcito bajo el lema “Nos une el Anhelo de hacer el bien”. Con ella llevó adelante su obra. Organizó el Centro de Artesanos en Alfarcito para permitir que tuvieran un lugar donde poder vender sus artesanías, recibir talleres que los capaciten en nuevas técnicas y los asesoren en las ventas. Y su obra más importante, construyó el Colegio Secundario albergue de montaña Alfarcito.

Valle de Lerma Hoy

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