Pareciera que la ruta 23 en el acceso a Rosario de Lerma fuera zona libre de controles a los numerosos eventos realizados los fines de semana. Sobrepasan el límite del horario permitido y las juntadas sobrepasan las 60 personas. Sin embargo, a los locales gastronómicos de la ciudad se les exige rigurosamente cerrar sus puertas antes de la medianoche, caso contrario las multas amenazan con truncar la actividad comercial.
Esta realidad tiene molestos a los comerciantes de comidas y eventos. Algunos dueños de comercios gastronómicos de Rosario de Lerma han expresado su molestia por la falta de un trato justo, y equitativo, respecto de las medidas y protocolos de protección sanitaria que se aplican en el rubro. Nancy López dueña de un local se manifestó contra este tipo de controles que favorecen a los de afuera y no a los rosarinos “los que realizan estos eventos vienen con permisos del COE provincial y la policía no puede hacer nada. Sin embargo con nosotros que pagamos impuestos y que sobrevivimos con nuestros comercios nos exigen el horario. No nos podemos pasar un minuto, nos multan”.
Los gastronómicos rosarino piden un trato justo para todos los comercios del municipio, ya que desde que se habilitó el protocolo para el rubro han sido víctimas de favoritismos hacia los organizadores de eventos llegados de Salta capital. Mientras que a los pequeños gastronómicos de la ciudad se los controla de sobremanera con los horarios de cierre, la capacidad de atención y el distanciamiento de las mesas, las grandes peñas y espectáculos se llevan adelante sin más, con la habilitación del COE provincial y excediendo en muchos casos la capacidad exigida por los protocolos sanitarios.
Valle de Lerma Hoy
