Lucía, la joven mujer de Rosario de Lerma con COVID-19 que fue atacada con piedras por vecinos y luego debió huir resguardada por la policía porque le querían quemar la casa donde cumplía su aislamiento, fue sobreseída por la Justicia ante las denuncias de incumplimiento de la cuarentena.
Pasaron 4 meses desde aquella noche de violencia e intolerancia fogueada por sectores políticos que aún siembran discordia en la comunidad de Rosario de Lerma.
Lucía y su prima Marta llegaron repatriadas. El examen había dado positivo, sin embargo, su prima y los 60 pasajeros del colectivo utilizado para el traslado de los repatriados de Buenos Aires a Salta, todos dieron negativo. Los familiares de la mujer también fueron negativos. Fue el quinto caso reportado a nivel provincial por aquel entonces y causó mucho revuelo. “Todo fue mentira, se demostró en la justicia con pruebas”.
Valle de Lerma Hoy