Otros jefes comunales, sin ser parte de la estrategia política del presidente Mauricio Macri, aseguran: “Si pasa la tormenta vamos a salir a flote todos, tirar mucha mierda no sirve”, y otros señalan: “Urtubey ayuda bastante, pero el ajuste nos hace más débiles. Hay que esperar y hacer bien los deberes”.
Pérez en una frase describe la situación de las comunas del interior “antes la gente te pedía chapas, o bolsones; hoy te piden comida”.
Es evidente el fraccionamiento político existente en el Valle de Lerma. El único justicialista en pie es el intendente Pérez. Algunos jefes comunales son cautelosos, y otros ni una palabra se animan a decir sobre los ajustes y su impacto en las tesorerías de sus comunas. Más allá del recorte de los fondos soja, está muy claro que una región de 120 mil habitantes no puede depender del tabaco, dos mineras, dos acopiadoras, una curtiembre, y decenas de cooperativas de diferentes rubros comerciales.
Los municipios están atiborrados de empleados públicos. Los pobladores ya no pagan los impuestos como en los primeros meses del año, no se construyen viviendas, y lo poco que se podía hacer con el dinero de la soja ya es historia.
Valle de Lerma Hoy