Un hombre con discapacidad motriz sufrió otro día de indignación cuando nuevamente no pudo acceder a un colectivo de piso bajo. La unidad es la única que circula por el Valle para el transporte de personas en silla de ruedas o con movilidad reducida.
“Para mí esperar el colectivo y tratar de llegar a salta capital es siempre una aventura. Tengo que tomar el colectivo que pasa a las 6:30 de la mañana e ir hasta Chicoana, porque no tengo ninguna chance de tomarlo acá en El Carril, ya viene lleno. Hoy cuando llegó el chofer me dijo que no venía el colectivo con piso bajo porque el inspector Vásquez ordenó que esa unidad se quede en la ciudad circulando, y no le interesó que lo necesitáramos aquí en el Valle”, relató César Mamaní a Valle de Lerma Hoy.
“Tuve que subirme al colectivo común, con toda la incomodidad que implica para mí y otros pasajeros. En La Merced había otro chico esperando viajar con su madre y quedó varado en la plaza“, se lamentó.
Con un único vehículo disponible y el manejo a antojo de SAETA, la movilidad diaria es imposible para las personas con dificultades: “A algunos les dan el carguito de inspector y piensan que pueden pisotear a todo el mundo. Me sentí discriminado, impotente y con mucha bronca. Parece que esto será así siempre; causamos incomodidad, molestamos, quieren que nos callemos. Venimos luchando hace rato y vamos de guatemala a guatepeor”, finalizó Mamaní.
Valle de Lerma Hoy