La inscripción un tanto borrosa decía: “Leonela Ferril o Ferrit Q.E.P.D. 6 de febrero del año 2002”. Buscan a la familia de la criatura, que falleció en esa fecha. El tétrico hallazgo ocurrió en la zona límite entre Rosario de Lerma y Campo Quijano. En cercanías del paraje Villa Angélica, a unos 35 kilómetros de la capital salteña. En la parte posterior de un loteo municipal, a un costado del ramal ferroviario, estaban los restos, entre yuyales y piedras del terreno.
El vecino testigo del hallazgo el lunes pasado, contó que “parecía un latón de color gris tirado en medio de los yuyos. Al acercarnos, nos dimos cuenta que se trataba de un pequeño ataúd, se nos puso la piel de gallina. Era de un bebé y entonces pensamos que estaría por ahí el cuerpito, así que con el susto llamamos a la policía”.
El despliegue policial dejó anonadados a los vecinos. Al fondo del loteo municipal se realizó el rastrillaje y las pericias. La policía constató que el féretro tiene 15 años, estaba totalmente deteriorado. La putrefacción avanzó sobre el ataúd. Quedó solo la parte inferior y parte de la tapa y una manija de metal. Sobre un pedazo de madera había una placa con algunos datos del bebé fallecido.
“Estamos en plena investigación del hecho. Cómo fue a parar a ese lugar y de dónde proviene el ataúd. Estuvimos en contacto con hospitales de la zona y cementerios. Lamentablemente hay demora para obtener más datos por la falta de algunos registros de ese año en esas instituciones”, comentó la comisario Liliana Viveros, coordinadora del sector 82 de la Policía de la Provincia.
Y agregó: “No descartamos ninguna hipótesis. A decir verdad nos llama la atención lo sucedido. El lugar del hallazgo está lejos de los cementerios. Y esa zona hasta hace poco tiempo estaba despoblada”.
La administración del cementerio Sagrado Corazón de Jesús de Rosario de Lerma tiene registros de casi un siglo de vida. Sin embargo, desde el 2001 al 2004, aproximadamente, hay desorden en algunas inscripciones.
Vecinos de Rosario de Lerma contaron a Valle de Lerma Hoy que recuerdan el año en que numerosos ataúdes del cementerio local fueron arrojados de manera implacable a una fosa común sin dar aviso a los deudos. Fue entre los años 2001 y 2003. Fueron varios los ataúdes tirados a una fosa común y sin registrar nada. Hubo denuncias en ese entonces y como siempre, todo quedó en la nada.
Valle de Lerma Hoy