El 27 de mayo pasado un camión que transportaba casi 30 toneladas de material mineral volcó a la altura del paraje Las Cuevas, sobre la ruta nacional 51. Se auxilió al conductor, se hicieron las pericias correspondientes para verificar la mecánica del accidente y se retiró el camión, pero hasta el día de hoy nadie se ocupó de levantar los restos que desde hace 14 días son esparcidos por el viento en el territorio de la Quebrada del Toro.
Indignados, los lugareños reclaman por los constantes vuelcos y derrames contaminantes que hace años vienen afectando los cursos de agua y la salud de las comunidades de los parajes. Sendas denuncias se realizaron en el Concejo Deliberante local, en la justicia y ante la Secretaría de Minería de la Provincia. Sin embargo, aún no hubo resultados.
Según informes policiales, el material volcado se denomina Puzolana, y era transportado desde San Antonio de los Cobres hacia la provincia de Córdoba por la empresa Cuculcan. Insólitamente, dicha empresa se niega a contratar maquinaria para realizar la limpieza que corresponde, y ningún organismo se hace cargo de obligarla.
La puzolana es considerada un material tóxico por su alto contenido de plomo y silicatos; su inhalación produce insuficiencia crónica pulmonar. A esto, se suma la contaminación del agua y del suelo. La ley provincial de protección del medio ambiente especifica que los derrames son pasibles de arrestos y multas, y es responsabilidad de los propietarios del producto la limpieza y reparación del daño causado; además, exige un estudio de impacto ambiental tras el hecho. Sin embargo, nadie controla ni aplica la ley en los constantes derrames a la vera de la ruta nacional 51 -prácticamente dos por semana- que no sólo se producen por vuelcos accidentales, sino también de manera intencional, cuando los transportistas detectan un exceso de carga.
Valle de Lerma Hoy