¿Cómo se explica que una empresa dedicada al rubro ganadero y lechero haya arrojado nada más y nada menos, que veinte vacas lecheras muertas, de unos 300 kilos cada una, a las márgenes del río Chicoana, a escasos 200 metros de la ruta nacional 68, en el sector sur de El Carril y en el ingreso al camino de Las Moras?
Bromatología de Chicoana comprobó que aún tenían las señas en sus orejas que delatan su procedencia y el fin para el cual son utilizadas. “El encargado del tambo en cuestión reconoció que eran vacas de ese establecimiento ubicado a un costado de la ruta 68. Increíblemente, nos dijo que las arrojaron ahí porque no sabían dónde tirarlas y que no era la primera vez que lo hacían. Apenas relató lo sucedido, denunciamos el hecho a la Justicia y advertimos a las autoridades ambientales de la provincia y al Senasa”, detalló María José Soria de Bromatología de Chicoana.
El hecho denunciado está ubicado en el límite de los municipios de El Carril y Chicoana. Los animales, habrían muerto por haber ingerido Wedelia glauca, conocida por su nombre popular como “sunchillo”. Los responsables de estos animales no tuvieron mejor idea que dejarlos allí, para que se pudran a cielo abierto y a orillas del río. Por ahora tomó intervención la fiscalía auxiliar de El Carril y SENASA oficina de Coronel Moldes.
Valle de Lerma Hoy