En Campo Quijano, las tradiciones vuelven a conectar a las nuevas generaciones con la naturaleza y el disfrute de momentos simples. Este año, los “Peques Protectores del Portal” vivieron un ciclo lleno de aprendizajes, deportes y diversión. La experiencia culminó con un campamento en El Mollar, una actividad que recuerda las salidas recreativas de épocas pasadas.
El proyecto fue posible gracias al esfuerzo de la Dirección de Deportes y al profesor Alfredo “Milico” Burgos con su equipo. Las actividades ofrecieron espacios gratuitos que fomentaron la camaradería y el respeto por el entorno natural. Las familias confiaron en una propuesta que une lo educativo con lo recreativo en un entorno privilegiado.
El éxito del programa abre camino a más actividades el próximo año, buscando sumar a más niños y niñas. En Campo Quijano, siempre hay lugar para uno más.
Valle de Lerma Hoy