Una vecina desnudó la situación de vulnerabilidad en la que muchos abuelos viven la cuarentena en zonas alejadas de los centros urbanos. Abandonados por las autoridades, no tienen comida ni asistencia sanitaria. Ese es el caso de un abuelo de La Merced.
“Mi papá tiene 65 años, está operado y lo tienen que volver a operar pero con la cuarentena quedó todo en la nada. Vive pasando el río Rosario y están abandonados, él y sus vecinos. Yo salgo a asistirlo como puedo pero para viajar a río Rosario me sale $500 ida y vuelta cada día, más lo que yo le llevo para la comida, no hay forma de que me alcance el dinero. No puedo dejarlo abandonado y es algo ilógico que el intendente no vea por la gente que necesita”, lamentó amargamente Ruth Moralesla
“A veces los vecinos se apiadan de mi papá y le llevan un poquito de comida, pero él está comiendo día de por medio. La última vez que pude llegar a verlo fue el jueves.”
La situación se torna desesperante cuando los mecanismos de asistencia social fallan desastrosamente: “El municipio de La Merced se lava las manos, no me puedo comunicar con el intendente, que se hace el héroe recogiendo la basura cuando él tendría que ver por este tipo de situaciones. A la gente de esa zona le quitaron el colectivo y no se pueden trasladar, no tienen qué comer y se arriesgan a salir por el medio del monte”. Morales a modo de suplica pidió “Me duele y me da ganas de llorar de bronca e impotencia. Le pido al intendente Wayar que por favor tenga un poco de corazón humano y asista a la gente de ahí.”
Valle de Lerma Hoy