Lo que comenzó como un proyecto ecológico para transformar restos de poda y residuos vegetales en compost terminó convertido en un foco de contaminación y vergüenza ambiental. A solo metros del Dique Las Lomitas, uno de los lugares paisajísticos más emblemáticos e históricos de Campo Quijano, se formó en los últimos años un basural a cielo abierto que fue creciendo sin control.
Hace cuatro años se destinó ese espacio como centro de compostaje. Pero la falta de seguimiento, el abandono progresivo y la inconsciencia de vecinos que empezaron a tirar basura doméstica, escombros y hasta a prender fuego los residuos, transformaron el sitio en una amenaza para el ambiente y la salud.
“La situación era insostenible. Había montañas de basura, de escombros, de restos orgánicos mezclados. La gente ya tenía la costumbre de entrar por calle Güemes, dejar su bolsita o directamente descargar camionadas de basura”, contó el intendente Yonar. El humo de los incendios improvisados llegaba incluso a complicar a los vecinos cercanos.
El municipio de Campo Quijano, en las últimas semanas, realizó más de 180 viajes para retirar toneladas de residuos y escombros. Se aplicó tierra para que con las primeras lluvias la zona empiece a recuperar su vegetación. Además, se avanza en el cierre perimetral del predio, con acceso restringido para evitar que vuelva a transformarse en un vertedero clandestino. Sin embargo, “aunque ya está limpio, todavía hay gente que entra y deja basura. Lamentablemente, falta conciencia ambiental”, remarcaron desde el gobierno local.
Valle de Lerma Hoy
