Ya acostumbrados a las referencias zoológicas, de estas elecciones 2023, al león y al tigre, por estas zonas del Valle de Lerma hay que sumarle las liebres, la tortuga y el pajarito cantor. Porque una vez que la tortuga gane la carrera, las liebres inicialmente confiadas y seguras de su victoria deberán enfrentarse a la realidad de su derrota, una derrota que las dejará frente a la pregunta ¿qué cara poner el lunes?.
Porque sin importar, que en el contexto nacional la carrera la gane el león o el tigre, en el Valle de Lerma a las liebres se les escapó la tortuga y el león la recibirá en la meta orgulloso. Mientras que las liebres, deberán dar explicaciones al pajarito cantor.
El día después de la derrota, las liebres, que habitan en el Valle de Lerma, algunas ya entradas en años, que porfiadas siguen en carrera, podrán tal vez reconocer que se dejaron ganar por su arrogancia y calzadas en sus fueros, no trabajaron lo suficiente, no caminaron, no justificaron la intendencia a la que todavía no asumen.
Otras liebres, más jóvenes, deberán aceptar que todavía no llegaron ni a la largada, y ya se desviaron del camino; y finalmente, la peor la tienen la liebres que habían perdido la carrera de mayo, y que ya gorditas, tranquilas, confiadas en que obtendrán algún reconocimiento al final, sin importar el resultado, en esta última carrera, ni siquiera participaron.
Porque el pajarito ganó la carrera en mayo con el 47,50%, sin embargo, salvo contadas excepciones, las liebres que llegaron a las intendencias lo hicieron con no más que el 25% o 27%. Y ahora, ufanas, con una excesiva confianza durmieron la siesta mientras la tortuga llegaba a la meta.
Valle de Lerma Hoy
