A una obra que ha sido demorada en el tiempo, el desastre que se volvió para los vehículos y vecinos de la zona transitar día a día. La obra no avanza, en un gran tramo media calzada lleva cortada desde hace varias semanas, y las demoras para poder salir o entrar a Rosario de Lerma en algunos casos han excedido la media hora.
La ruta 23 lleva años cobrando vehículos que terminan con las ruedas, paragolpes o cualquier otra parte destrozada. Hoy el peligro para los vehículos lo reviste la misma obra, además de grandes demoras, varias zonas de la ruta son verdaderamente peligrosas para la circulación de vehículos pequeños.
La tierra, al punto de que quien transita por ahí no pueda respirar, es otro gran problema, no solo para los vecinos de la zona que dan cuenta de lo peligroso que se vuelve caminar por el costado de la ruta con tan poca visibilidad debido al polvo; sino también para los vehículos que deben maniobrar entre banderilleros, máquinas y otros vehículos que avanzan a paso de hombre.
Valle de Lerma Hoy
