El voto en blanco en las categorías de concejales fue la increíble opción elegida de los votantes en toda la región del Valle de Lerma. En los grandes distritos llegó a ser segundo, como en Campo Quijano, tercero en Rosario de Lerma y Cerrillos, cuarto en La Merced y El Carril.
La escasa concurrencia a votar, llegó a un 67% en Rosario de Lerma (la más baja en los últimos 20 años) lo cual significa que unas 8.400 personas no fueron a votar, el votante dio un mensaje a las actuales gestiones municipales y a la clase dirigente en general. El vecino prefirió votar en blanco porque las opciones presentadas no eran las adecuadas.
Campo Quijano tuvo en el concejal más votado, 1.440 sufragios, mientras que el voto en blanco obtuvo 960. Tercero aparece en esta categoría la fuerza oficialista municipal con 883 votos. En este distrito municipal solamente se presentó a votar el 66%. Es decir, 6.500 personas de un total de 16.265 habilitadas para votar no concurrieron a los comicios de este domingo.
En Rosario de Lerma fue protagonista el voto en blanco en categoría de concejales. El primero obtuvo 945 votos, el segundo 896 y atrás aparece con 851 dentro de los tres más votados. De esta manera el voto en blanco podría ocupar un lugar en el Concejo Deliberante de esta ciudad. Según los datos electorales no es la primera vez que en esta comunidad el voto en blanco es protagonista.
Parece que la disconformidad fue abrumadora en esta categoría de cargos en la mayoría de los municipios del Valle de Lerma. En Cerrillos, surge en tercer lugar con 1.799 votos. El mejor concejal fue votado con 2.466 y el segundo con 1.894. El blanco representó el 9,7% de los votos afirmativos válidos. En esta ciudad votaron 16.556 personas. Cerca de los dos mil votos, el blanco fue una opción valedera por lo visto para los cerrillanos.
En El Carril y La Merced, figura como la cuarta opción más elegida por los electores. Ocupó un lugar privilegiado en esta región el domingo pasado. La falta de propuestas serias, el cansancio de la población por la falta de políticas públicas que mejoren la calidad de vida de los vecinos, los hechos de corrupción que aparecen todos los días y la recurrente presencia de candidatos eternos, incidió en el resurgimiento de este tipo de voto.
El efecto del voto en blanco en los concejos deliberantes deberá ser analizado también en el contexto de las gestiones municipales para los próximos dos años. No será sencillo para los intendentes asumir que perdieron la mayoría de sus ediles o que los nuevos concejos deliberantes quedaron atomizados por la entrada de otros actores al ruedo o bien porque el voto en blanco les quitó legitimidad. Esto significa que muchos jefes comunales, luego de estos comicios, se verán obligados a gobernar con acuerdos políticos.
Fuente: Jaime Barrera- El Tribuno
Valle de Lerma Hoy