
La iniciativa busca, según sus impulsores, garantizar la estabilidad de los equipos docentes en las escuelas, evitar traslados “sin justificación pedagógica o administrativa” y fortalecer el vínculo entre maestros y comunidad educativa. Sin embargo, el texto ya despierta debate: ¿se trata de una medida para mejorar la calidad educativa o de un intento por inmovilizar a los trabajadores del sistema?
Desde la fundamentación, se resalta que la rotación constante de educadores afecta la continuidad pedagógica y el desarrollo de proyectos institucionales a largo plazo. Pero, puertas adentro del ámbito educativo, muchos advierten que la propuesta podría convertirse en una traba para quienes buscan mejores condiciones laborales o desean acercarse a sus familias luego de años de servicio en zonas alejadas. El proyecto promete dividir opiniones entre la defensa de la estabilidad institucional y el reclamo de libertad laboral.
Valle de Lerma Hoy
