Con apenas 25 años y una convicción inquebrantable, Claudio Villalobos se abre paso entre las luces del espectáculo internacional llevando consigo una bandera invisible pero poderosa: la del orgullo salteño. Nacido en La Merced, Claudio está dejando huella en uno de los escenarios más impresionantes del mundo: el parque temático Universal Studios, en la colosal Beijing. Allí forma parte de Malevo, la prestigiosa compañía argentina de malambo reconocida por su fuerza escénica y su esencia folklórica moderna.
“En noviembre me llegó una propuesta, fui seleccionado, empezamos a ensayar y el 3 de marzo ya estaba en Beijing”, relata con humildad y emoción desde el otro lado del planeta. Desde entonces, su vida transcurre entre ensayos, espectáculos y la adrenalina de representar a la Argentina en un show que va más allá del malambo: Carnival (Carnaval de Primavera), una puesta en escena multicultural que asombra a miles de turistas cada día.
Su talento no es casualidad, sino fruto de una vida dedicada a la danza. Claudio se formó en academias de su tierra: “Guardia de Güemes” y “Sentimiento Argentino”, su primer hogar artístico. La danza corre por sus venas: su padre, Valentín, y su tío Leonardo, se lo inculcaron. En esa herencia cultural se forjó el bailarín que hoy levanta el poncho en la Gran Muralla China. Antes de llegar a Beijing, su recorrido internacional ya lo había llevado a Colombia, Paraguay, Líbano y a Qatar, donde celebró la victoria argentina en el Mundial 2022. También participó en programas de televisión como Argentina Baila y Talento Argentino, donde hizo latir más fuerte el corazón del público con su zapateo.
Mientras tanto, en cada paso que da sobre el escenario, vibra el eco de su pueblo, su familia, su historia. Porque cuando baila, no solo representa a Argentina. Representa el alma profunda de un país que, a través de jóvenes como él, sigue demostrando que el arte y la pasión no conocen fronteras.
Valle de Lerma Hoy
