Roberto “Escobita” Yonar, es vecino de toda la vida de Campo Quijano. Conocedor de las necesidades del pueblo, comparte su preocupación sobre la falta de avances en proyectos que él mismo impulsó cuando fue concejal entre 2016 y 2017.
Uno de los proyectos más emblemáticos que no se concretaron hasta el día de hoy, es la construcción de la rotonda de acceso a La Silleta, que fue aprobado por Vialidad en 2016. Sin embargo, a pesar de la aprobación, este proyecto sigue durmiendo en los expedientes: “Es una obra que hace años está aprobada, pero nunca se ejecutó. Quijano necesita progreso, y eso sigue esperando”, afirma.
El vecino también señala que el actual intendente de Quijano, quien es su sobrino, tiene la responsabilidad de dar impulso a estas iniciativas. Aunque no está en su interés defenderlo, asegura que la familia debe ser la primera en comprometerse con el bienestar del pueblo. “Si alguien tiene que hacer las cosas bien, tiene que ser la familia. El progreso de Quijano no puede esperar más”, declaró.
Además, Roberto propone que las regalías del litio y de las mineras sean utilizadas para financiar obras esenciales para la comunidad, como la construcción de cloacas, una necesidad urgente que sigue sin respuesta.
Valle de Lerma Hoy