Estaba tirada, embarrada y mojada. Como si fuera un trapo sin uso. Todavía seguía fija a su asta. Padeció el frío y la ingratitud. Como aquella enseña que en Rosario de Lerma fue olvidada por semanas en lo alto de un mástil, porque nadie tuvo el tino de bajarla y pedirle disculpas. Ahora fue en El Carril. Violada en su mas sagrada intimidad, mientras flameaba a un costado del acceso del edificio de la vieja estación de trenes Facundo de Zuviria, en la fecha de su creación.
Pensar que por este ramal c-13 pasaron hombres y mujeres que dieron su vida por un proyecto de vida diferente. Ellos todos los días la izaban para respetarla y agradecerle por trabajar y ser parte de esta bendita nación.
Con los años, todo a cambiado. Una brutal idea la despojó de su lugar de veneración. Mañana quién será el vapuleado símbolo patrio que sucumba ante la barbarie de estos días. Quizás, la misma imagen católica que rezamos y paseamos en procesión en nuestras fiestas patronales?
Vaya a saber. Lo que queda en claro, es que nadie denunció penalmente este hecho, como insultó y menosprecio a un símbolo patrio. En países aledaños, en donde pensamos que sus costumbres son retrógadas, insultar un emblema nacional es castigado con la cárcel.
Pobre de esta bandera, que fue violada nuevamente. Pero, que vamos a castigar? si cuando en su aniversario, la colgamos de la ventanas como un trapo más. Sin un mástil o asta que la deje suspendida con su frágil lienzo.
Valle de Lerma Hoy
