
Con el destacamento de Caballería ya inaugurado en El Carril, las autoridades deberían empezar por mirar de cerca lo que grupos como Protectores Lerma vienen denunciando hace tiempo: maltrato animal a la vista de todos y dueños que siguen actuando con total falta de conciencia. Todo no pasa por fincas de Chicoana y sus dueños altruistas, pasa además, pero el resto de la región con numerosos casos de maltrato animal.
Una yegua y su potrillo permanecen día y noche atados, abandonados al sol y a la intemperie, en barrio San Rafael, avenida Salta, Rosario de Lerma. El viernes los dejaron al rayo del sol durante horas; cuando se largó la tormenta recién aparecieron para moverlos, pero al día siguiente volvieron a dejarlos amarrados en el mismo lugar. La yegua pasó toda la noche atada y hoy domingo siguen ahí, sin agua, sin sombra y en evidente estado de sufrimiento.
La escena se repite una y otra vez. ¿Dónde están los dueños? ¿Qué clase de personas dejan a dos animales indefensos atados a un alambre, sin el más mínimo cuidado? Un ser vivo siente sed, hambre, miedo y dolor igual que cualquiera de nosotros. No existe excusa para semejante crueldad.
Es hora de que las autoridades intervengan con firmeza, que se hagan cumplir las leyes de protección animal y que los castigos sean reales y ejemplares. Y si hay dueños que no son capaces de cuidar un animal, entonces que se les prohíba tenerlos. Porque la falta de empatía ya es insoportable. Y el maltrato, intolerable.
Valle de Lerma Hoy
