
El lunes por la mañana, los empleados del establecimiento advirtieron que las vaquillonas de servicio, toros y novillos se encontraban mezcladas. Al verificar los corrales, detectaron que el alambrado lindero al potrero sembrado con tabaco estaba cortado, por lo que procedieron a separar la hacienda y reparar el daño, suponiendo que el desgaste del material viejo había provocado el incidente. En ese momento no sospecharon de un robo y tampoco dieron intervención policial.
Sin embargo, la situación cambió este jueves a las 7:30, cuando el encargado recibió un llamado del capataz del potrero Naranjo. El trabajador informó que había hallado huellas frescas de caballo y pisadas de un animal vacuno “de tamaño intermedio”, aparentemente arrastrado o tironeado, cuyo rastro conectaba directamente con el corral de los novillos y continuaba hasta una de las salidas del campo.
Tras recorrer la zona, ambos constataron las huellas y regresaron a los corrales, donde, mediante el listado del sistema Delprofarma, verificaron la falta del novillo Holando. Las huellas coincidían con el peso y recorrido del animal sustraído.
El encargado aclaró que el hecho habría ocurrido durante la madrugada del lunes, en un predio de más de 50 hectáreas destinadas al tambo, dentro de una finca mayor que supera las 240 hectáreas, donde además hay un cuidador que cumple diferentes funciones. Remarcó que el tambo no posee cámaras de seguridad y que no es la primera vez que sufren la sustracción de animales. Pese a que la actividad continúa con normalidad, las huellas en el terreno y el corte del alambrado refuerzan la sospecha de un robo planificado.
Valle de Lerma Hoy
