
Según la investigación, en mayo de este año, uno de sus últimos episodios, el acusado alrededor de las 4 de la madrugada, interceptó a su expareja a la salida de una carpa bailable. Primero golpeó a uno de los amigos que la acompañaban y, bajo amenazas, la obligó a retirarse con él. Ya en su domicilio de calle Coronel Moldes, la mantuvo cautiva durante más de diez horas, impidiéndole salir y sometiéndola a golpes de puño, mordidas y amenazas con un cuchillo, que deslizaba por su cara y su cuerpo.
La víctima intentó en varias oportunidades escapar, pero fue violentamente reducida. Incluso familiares del agresor presenciaron la escena y no lograron detenerlo. Finalmente, cerca del mediodía, la mujer consiguió correr hacia la policía que había llegado al lugar y pedir auxilio.
En la audiencia de juicio abreviado, el fiscal penal de Rosario de Lerma, Daniel Alejandro Escalante, presentó las pruebas: certificados médicos, testimonios y la denuncia formal de la damnificada. Calle terminó reconociendo su culpabilidad. La jueza María Eugenia Arias Nallar homologó el acuerdo, lo declaró reincidente por octava vez y dictó dos años de prisión efectiva, además de prohibirle todo contacto con la víctima y sus hijos adolescentes.
Valle de Lerma Hoy