El primer hecho ocurrió el 1 de noviembre de 2024, durante un acto escolar en el que participaron padres y alumnos. El sujeto se presentó en el establecimiento, permaneció una hora detrás de su expareja y lanzó amenazas verbales. La madre superiora de la institución constató su presencia y labró un acta institucional sobre lo sucedido.
Días después, el hombre volvió a violar la orden judicial al ingresar al domicilio particular de la denunciante. Forzó el portón de rejas y fue sorprendido en el patio delantero de la vivienda por la mujer. Tras ser descubierto, se retiró en su vehículo, seguido por un patrullero que había sido alertado al 911. En la vivienda no se registró robo, pero sí daños en la ropa íntima de la víctima. Las prendas fueron cortadas con tijeras.
El fiscal penal de Rosario de Lerma, Daniel Alejandro Escalante, representó al Ministerio Público Fiscal en el juicio. El proceso se desarrolló mediante juicio abreviado ante el Juzgado de Garantías 6. Las pruebas reunidas y el reconocimiento del acusado confirmaron la responsabilidad en los hechos. Se lo condenó por los delitos de desobediencia judicial y amenazas en contexto de violencia de género. La pena fue de seis meses de prisión condicional con estrictas reglas de conducta.
Entre ellas, la prohibición de acercarse a su expareja y a sus hijos en cualquier ámbito. Tampoco podrá ingresar a su domicilio ni a las instituciones educativas donde asisten los menores. El condenado deberá someterse a tratamiento psicológico para el control de impulsos y la violencia. Además, tendrá que presentarse periódicamente ante el juzgado de control mientras dure la condena.
Valle de Lerma Hoy
