La tranquilidad de una finca tabacalera entre Sumalao y San Agustín, en el Valle de Lerma, se vio alterada la semana pasada por un insólito incidente. Un joven trabajador de la zona, fue atacado por una yarará, que son habituales en esta región rural.
El ataque ocurrió mientras el peón de apellido Vilte realizaba sus labores en el campo. Ante los desesperados llamados de auxilio de sus compañeros, personal de enfermería del Hospital de La Merced acudió lugar distante a unos 10 kilómetros. Al llegar, encontraron al hombre en estado crítico, con síntomas evidentes de envenenamiento tras ser mordido en el muslo.
Pero el verdadero susto llegó cuando la enfermera intentó retirar el pantalón para revisar la herida. En ese momento, pensó que la serpiente seguía oculta entre las prendas del trabajador, lo que casi la paraliza. Grande fue su sorpresa al darse cuenta de que no había ningún “basilisco de Harry Potter” escondido, sino que todo respondía a la humanidad de Vilte.
Tras superar el momento de tensión y gran “sorpresa”, el trabajador fue trasladado de urgencia a un centro médico de la capital salteña, donde continúa recuperándose favorablemente del ataque de la serpiente. El hecho generó comentarios entre los vecinos de la zona, acostumbrados a convivir con estos reptiles, pero no a episodios tan particulares como este.
Valle de Lerma Hoy