Un ejemplo de trabajo comunitario permitirá a los bomberos de El Carril tener un tinglado cerrado para resguardar de la intemperie los vehículos utilizados en la asistencia de siniestros y situaciones de riesgo de los vecinos de todo el Valle de Lerma. Entre el trabajo ad honorem de siete herreros y los aportes de las dos municipalidades del departamento se está concretando el proyecto.
El cuerpo de voluntarios tiene su cuartel hace 8 años. Pero su autobombra y las dos camionetas del equipo de incendios y rescate deben quedar estacionadas las 24 horas al aire libre a falta de un tinglado.
Por iniciativa de un grupo de vecinos solidarios y las municipalidades de El Carril y Chicoana, hace semanas comenzó la edificación de un galpón de 150 metros cuadrados cubiertos para los vehículos y otros menesteres de la institución.
Los herreros son estos vecinos encabezados por Sebastián Díaz, que todos los fines de semana dejan su talleres y puestos de trabajo para dedicarse a levantar este espacio. No es la primera vez que colaboran de forma desinteresada en la comunidad. Lo hicieron ya en otras ocasiones en donde se los necesitaba.
La municipalidad de El Carril destino los fondos para adquirir los hierros y las chapas del galpón para los vehículos. La municipalidad de Chicoana los materiales de construcción esenciales para las bases y el piso. Los herreros ponen su trabajo y la maquinaria para realizar las columnas y el armado de la estructura.
En el predio de la intersección de las calles 20 de Febrero y Luis Burela, la empresa Alliance One levantó las dependencias del cuartel. El espacio de 21 metros de frente por 50 de fondo tenía resto para la edificación de un galpón de estacionamiento bajo techo de los vehículos y otras funcionalidades.
Valle de Lerma Hoy
