Tenía prontuario por denuncias de abusos sexuales y violencia. Estuvo un tiempo detenido, pero nunca con condena firme. El sujeto de 64 años volvió a hacer de las suyas. Pero la impunidad en que se amparaba terminó de la noche a la mañana. Un vecino fue el testigo. Los familiares lo confirmaron. El sexagenario, vivía con su nieta, hija y su madre entre otros integrantes de la vivienda. El aberrante hecho ocurrió este miércoles en la mañana en Barrio San Jorge de Rosario de Lerma.
El depravado estaba sometiendo a los bajos instintos a su madre, una abuela de 95 años, mientras dormitaba en su habitación. Le tenía la boca tapada y él encima. La ventana de la humilde vivienda de la calle Pedro Rioja estaba entre abierta. En su interior el peor calvario. El joven que delató el hecho advirtió a la policía que llegó en contados minutos.
El violador escapó por la parte trasera de la casa. La patrulla con tres uniformados le dio alcance a las pocas cuadras. Los informes médicos practicados a la mujer son lapidarios. Se confirmó que la señora fue violada, por lo que la causa se caratuló inicialmente como abuso con acceso carnal, delito que sería agravado por el vínculo y la convivencia. La denuncia fue radicada por la nieta de la mujer, y la la Fiscalía Penal 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, a cargo de Sergio Federico Obeid solicitó una serie de testimoniales.
Mientras tanto psicólogos y otros profesionales atienden a la abuelita de 95 años,abusada por su propio hijo.
Valle de Lerma Hoy