El ultrakirchnerismo duro, representado por tres de sus espadas más conspicuas, aceptó el desafío y se congregó en un local partidario en Avellaneda, Buenos Aires, de la Tendencia Piquetera Revolucionaria, para debatir sobre la perspectiva de “un congreso del Frente Ciudadano”, “contra el PJ de los traidores” y “por un frente único anti-Macri”.
El encuentro, organizado por jóvenes autoproclamados “marxistas” que se deshacían en elogios a la ex mandataria al tiempo que advertían que no pertenecían al kirchnerismo, previsiblemente tuvo un tono tan anti-PJ como antimacrista: recurriendo al viejo lugar común de distinguir al peronismo del Partido Justicialista, hubo críticas por colaboracionismo para Juan Manuel Urtubey, Rosana Bertone, José Luis Gioja, Miguel Pichetto, Diego Bossio, Daniel Scioli, Hugo Moyano y Pablo Micheli, entre otros. La gobernadora de Tierra del Fuego fue calificada incluso como “dictadora macrista”.
D’Elía fue el más enfático a la hora de expresar el rechazo a todo diálogo con el macrismo y lo sintetizó así: “¿Abrazo o foto con estos hijos de re mil puta? Nunca”. Larroque, antes de irse raudamente cuando un delegado de la línea 60 le reprochó la indolencia del gobierno kirchnerista el año pasado ante un conflicto con la empresa, fue más cauto que algunos de sus compañeros de panel -que instaron a trabajar para que “Macri se vaya”-, y se conformó con pedir la cabeza de algunos ministros.
Valle de Lerma Hoy / INFOBAE