
El agresor ya había sido notificado por el Juzgado de Violencia Familiar y de Género N.º 2 de abstenerse de ejercer cualquier tipo de violencia contra la víctima, con quien mantuvo una relación de 28 años y tiene hijos en común. Sin embargo, pese a las medidas impuestas, el hombre continuó con conductas agresivas y hostiles, especialmente cuando consumía alcohol, situación que afectaba también a otros miembros del grupo familiar.
Durante la audiencia de juicio abreviado, el acusado confesó los hechos, por lo que el Juez Ignacio Colombo dictó sentencia condenatoria y le impuso, además, reglas de conducta por el término de dos años. Entre ellas: fijar domicilio, mantener una distancia mínima de 300 metros de la víctima, abstenerse de ejercer actos de violencia o intentar cualquier tipo de contacto, realizar tratamiento por su adicción al alcohol y someterse a control mediante el Programa SUMA, que monitorea a agresores con antecedentes de violencia de género.
Valle de Lerma Hoy
