Las lluvias continúan azotando la Quebrada del Toro, la gente, que vivía con una economía de subsistencia, vió cómo sus animales morían y sus viviendas eran arrasadas por el agua y el barro. Andrea Cruz de El Gólgota, una de las afectadas, está durmiendo en el piso de una carpa y no ha comido en días. A pesar de las promesas de ayuda, nada ha llegado y los vecinos deben recorrer 10 km para conseguir agua y alimentos. Las lluvias continúan y el desastre podría empeorar.
La familia Cruz, es solo el retrato ya que como muchas otras, perdió todo: sustento, bienes y sus animales. Se necesitan urgentemente alimentos, colchones y forraje para los animales sobrevivientes. Y con condiciones meteorológicas adversas, la desesperación crece.

La solidaridad de los vecinos es lo que los mantiene a flote, mientras enfrentan esta tragedia con una mezcla de valentía y angustia. La historia de la Quebrada del Toro es la historia de una comunidad luchando por sobrevivir ante la adversidad; y hoy con las nuevas lluvias, la naturaleza parece estar llevando al máximo la resistencia de los quebradeños.
Valle de Lerma Hoy