Delia Lera y su familia son humildes en lo económico pero de gran corazón, y con un amor incondicional por los animales. Es así que pese a sus limitaciones financieras, se dedican al rescate de mascotas abandonadas y callejeritos, aunque -reconoce- se convierte en una tarea muy pesada por la crueldad, el abandono y la desidia de algunos seres humanos: “Vienen al descampado de enfrente a tirar a los perritos, incluso con cachorros. No podemos dejarlos morir así que los resguardamos todo lo posible, les damos alimento y les buscamos casa. Algunos vecinos se molestan porque a veces andan afuera, pero envenenarlos es una crueldad”.
Y es que el martes por la noche encontraron a uno de sus protegidos agonizando en la vereda, y el miércoles a la mañana a dos más y un zorrito, todos según Delia envenenados por un vecino: “Vino a casa hace unas semanas a golpear el portón y amenazó a los gritos que los iba a matar a todos, no sé porque le molestaban tanto, más molestos son ellos que usan ese terreno solo para jodas y asado y nunca le dijimos nada por la música a todo volumen”, arremetió.
Delia afirma que le había propuesto al hombre construir una medianera para evitar que las mascotas se cruzaran a su terreno, pero no tuvo buena respuesta. Dos de los cadáveres estaban dentro del predio vecino y el veneno fue fulminante, aunque los perros sufrieron mucho antes de morir; la familia quedó conmocionada por el hecho: “Es un daño psicológico, yo casi me desmayé al verlos, mi nieta de 11 años lloró todo el día y uno de mis hijos es discapacitado, todos quedaron muy dolidos. Queremos justicia porque son seres vivos, nadie tiene derecho a matarlos así”, se lamentó.
Valle de Lerma Hoy
