
El video, de este miércoles, muestra al docente aferrado con fuerza mientras el vehículo atraviesa el crecido río Rosario, convertido en un caudal que arrasa con todo a su paso. Pero lo que muchos pueden ver como una imagen impactante por las lluvias es, en realidad, la rutina diaria de docentes, niños y familias enteras de Carabajal, que desde hace años deben jugarse la vida para cruzar el río.
El reclamo es viejo, repetido y siempre postergado: ¿hasta cuándo sin un puente? Cada temporada de lluvia vuelve a poner sobre la mesa las mismas preguntas sin respuesta. ¿Por qué nadie gestiona de manera real, seria y definitiva la construcción de un puente que garantice el acceso seguro a la zona? ¿Por qué, en pleno 2025, los docentes deben viajar como ganado sobre un tractor para poder cumplir con su trabajo? ¿Por qué las familias de Carabajal siguen dependiendo del clima para poder desarrollar su vida?
Mientras las lluvias continúan y los ríos crecen, la postal se repite como un recordatorio brutal del abandono. Carabajal no necesita más promesas ni más videos virales, necesita infraestructura urgente, un puente que salve vidas y termine con la precariedad histórica que sufre toda la comunidad.
Valle de Lerma Hoy
