El lodo llegó hasta la entrada de la escuela e ingresó parcialmente a algunas aulas, aunque sin dejar heridos ni afectar a los niños ni al personal docente, según informó el influencer local Alberto “Chala” Ramos. El personal de la propia escuela realizó las tareas de limpieza desde primera hora de la mañana.
La puerta principal quedó inutilizada por el barro acumulado y se debió utilizar una salida alternativa para garantizar la circulación segura dentro del edificio. Lo que sí preocupa, y mucho es la provisión de agua; una situación complicada que ya arrastra meses: la escuela albergue no cuenta con agua potable desde febrero, cuando se rompió la toma, por lo que vienen consumiendo agua del río. En este contexto, los aludes representan una amenaza adicional, ya que enturbian por completo la fuente de agua, dificultando la recolección y el consumo seguro.
Valle de Lerma Hoy